En 2016 pasaba por un nuevo momento de inquietud y búsqueda. Buscaba nuevas ideas y vi en el telediario una manifestación de la España rural.

Miles de personas de todos los pueblos y zonas de España habían venido a la capital a revindicar que había otra España, la España tanto tiempo olvidada y abandona, que no muerta, bien viva que estaba en cada grito y en cada reivindicación, la España vaciada, la España vacía. En ese momento surgió mi proyecto. Quería dar voz a esa gente, a esas personas.

Cuando le conté el proyecto a mi padre le gustó la idea y me dijo que me acompañaba. Se había criado en el campo y siempre se ha sentido parte de él. En los días de viaje, de pueblo en pueblo, el proyecto fue virando, mi padre me contaba historias de su infancia, de pastores que hacían la trashumancia, de veranos cosechando de sol a sol, de los pueblos a los que iban a comprar y vender, de mil y una historias.

El proyecto, cobrando vida por si solo viraba del tema inicial a otro mas cercano, viajar y convivir con mi padre. Me enteré que lo llamaban ´El de la Raya´ porque la finca donde se crio quedaba justo en la delimitación con Zamora, en las tierras de Sayago, en La Raya.